lunes, 19 de noviembre de 2007

Memorias de un estudiante provinciano (III)

A Martínez lo conocí en un partido de fútbol. Yo iba llegando al área cuando éste me atravesó la pierna y me hizo rodar hasta la zanja que hay detrás de la cancha. Después de eso se armó la pelea, todos repartieron puños y patadas. “Sí están jodidos - dije yo - fue sólo una falta y ya”. “¿Es que acaso no vinieron a jugar fútbol”, dijo Martínez. “¿Cómo esperar jugarse un picado sin recibir ni un golpecito?” Me fui antes de que terminara la pelea. Igual ya habíamos ganado y terminamos segundos en el mini-torneo que organizamos. Después nos fuimos para el billar a tomarnos unas cervezas entre todos los que jugamos. Allá me encontré otra vez con Martínez. Entre copas hablamos de libros, nos hicimos amigos, criticamos todas las clases de la universidad, pagamos la barra libre y jugamos unas cuantas carambolas. Tal vez cincuenta. En esas quedamos cuatro y los demás se marcharon. El dueño del local estaba rematando el negocio y, por diez mil pesos, nos concedía todo lo que aguantáramos a tomar, con una condición: el decidía qué y en cuál orden lo servía. Empezó con un ron de caña, esos de etiqueta barata, y en seguida sirvió piña colada, aguardiente, vino, tequila y no sé qué más. Eso me contaron porque yo perdí la cuenta al tercer trago. Tenía cuatro o cinco cervezas encima más el licor que nos metió el tendero. Nunca me había emborrachado. Todo me daba vueltas. Quise salir a la calle y no pude. Di tres pasos y me fui de bruces contra la mesa de billar. Vomité en el piso y, cuando levanté la mirada, la vi a ella…

- ¿Guerreritos?

- Ahmmm!

- ¡Déjelo que está Borracho! No le haga caso

- ¿Pero alguien lo va a llevar?

- Ahmmm!

- ¡Claro! No ve que no puede ni hablar…

- Ma-ar- tínez Us-ted me llev--a. Podemor llevarla a…

- ¡No creo que Patricia se le pegue viéndolo con esa pinta, huevón!

Patricia dio la vuelta y un Sentra se detuvo al lado de ella. Subió y se marchó sin despedirse. Martínez me cargo como pudo y me echó en un bus con rumbo a su casa…

1 comentario:

Martín Franco Vélez dijo...

¿Para qué otra cosa sirve la universidad sino para aprender de estas bonitas experiencias? Lo demás (libros, clases y esas cosas) termina siempre sobrando...

Prueba

Estoy realizando algunas pruebas para volver... Published with Blogger-droid v1.3.4